HACIA EL FINAL DE UN GOBIERNO NEOLIBERAL EN YUCATÁN

El V informe de gobierno de Rolando Zapata muestra un intento por copiar propuestas que morena ha implementado en la práctica desde hace tiempo, como la austeridad, aunque en su caso solo se expresa en la forma de presentar dicho informe. Era de esperarse que esta austeridad se reflejara en todos los ámbitos de su régimen, como lo exige la actual crisis económica, con una reducción del salario de los altos funcionarios, pero no ha sido así. Quedan pendientes y sin resolver problemas como el del transporte público (ahora se piensa encarecerlo más sin haber mejorado el servicio de manera adecuada); el despojo de tierras a ejidatarios, como los de Punta Laguna, que se efectúa en todo el estado; el caso Crecicuentas que involucra a un funcionario de su administración y posible candidato, además de que no ha mostrado claridad en cuanto a cómo va a defender el litoral yucateco y la economía de la región ante la entrada de la explotación petrolera a gran escala que se ha planteado por la administración federal.

Pero la máxima evaluación de su gobierno se dará en los próximos meses, en donde se verá si el suyo es un régimen que promoverá en verdad la transición a la democracia en Yucatán o privilegiará el uso de los recursos públicos para beneficiar a los candidatos de su partido, atropellando las instituciones. Hasta ahora todo indica que sucederá lo segundo. Previamente, en una reunión sostenida en horario laboral ante priistas en diciembre, había declarado que prácticamente hará todo lo que esté a su alcance para que su partido gane. No es un buen cierre para esta administración emanada de un instituto que carece totalmente de credibilidad a nivel estatal y nacional.

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