Los mayas y la institucionalización de su lengua

Peto, Yucatán, México a 23 de febrero de 2017 (Bernardo Caamal I.)

Cuando el venado aparezca en las ciudades y se vean de nuevo los helones en los cielos del mayab, para los abuelos significa que se avecinan grandes cambios en la vida de quienes viven en el territorio peninsular.
Quienes no saben de los mensajes sagrados dirán que no pasa nada y quienes estudian la meteorología dirán que son “patrañas” tener en cuenta estas “cosas” de los viejos.

Sin embargo en nuestra forma de vivir en el territorio, quienes nos dieron la vida nos han dicho: “El día que vean que el venado aparezca de nuevo en las ciudades – quienes manejan estos conocimientos saben que si aparecen en estos lugares muchos “van a querer matarlo” – funge como portador de los mensajes sagrados y es como decirnos “vengo a reclamar estos espacios nuestros” y prepárense ustedes para los cambios que se avecinan.

Por su parte, el helón presagia enfermedades, plagas e intensos movimientos sociales, nos han compartido los abuelos.
Nuestra relación con quienes conocen al Mayab nos refirieron mensajes muy precisos en el idioma de estos territorios, aunque no sean catalogados como “jach maaya ”, los abuelos cumplieron finalmente con su objetivo de compartirnos parte de esas sabidurías ancestrales.

Entonces la lengua maya no solo tiene esa función comunicativa de estos territorios: su práctica representa la situación actual de quienes viven y practican esta cultura. Significa que no solo hay que conocer si la hablan o la escriben correctamente en los alfabetos convencionales sino cómo se está transfiriendo todos esos elementos cosmogónicos en el tsiikbal (diálogo) el cual nos permite autodefinirnos como mayas.

«Si no hay pueblos, no hay personas, sin personas no hay lengua, sin lengua no hay escritura y entonces ¿para qué nos sirven las reglas? nos escribió Alfredo Hau Caamal mayahablante y lingüista al observar el vídeo que se transmitió recientemente sobre la situación actual en que viven los herederos de esta ancestral cultura (https://www.facebook.com/aruxpeto/videos/vb.100003809346703/1187910334679267/?type=3).

Para algunos es mejor hablar solo de la escritura maya y se les olvida que hay un entorno cultural en donde se nutre al final la lengua, y todo eso está estrechamente relacionado con la filosofía y el modelo de vida.

En un Congreso para institucionalizar la lengua maya ¿Será válido hablar de estos temas o está fuera de lugar? Porque algunos me comentaron, es cómo aquello que dicen ¿Qué fue primero: la gallina o el huevo?

Muchos no alcanzan visualizar los conceptos cultura,  idioma, dialecto. Para algunos es lo mismo y para otros es un “xe’ek”, al final es lo mismo, nos dicen.

“Si lo hablas, eres maaya, y si no hablas, no lo eres”, fue parte de algunos debates que escuché en algunas de las mesas de trabajo, aunque hubo otros que resaltaron lo que hay detrás del idioma y la práctica de la cultura.

“Te imaginas hablar un idioma pero sin conocer su cosmovisión, te conviertes como en un robots que habla maya, pero sin tener una posición clara lo que significa la práctica de esta cultura.

Para quienes nos compartieron sus escritos al observar el video, y de esto Francisco Gustavo Collí Chi  nos escribió:

“Para fortalecer nuestra lengua primero hay que fortalecer nuestro bienestar para tener sentido de pertenencia, y así hemos vivido de la teoría o de la idiosincrasia del capitalismo. Y nos hemos olvidado de lo fundamental, es decir vivir en la ideas en vez de vivir la vida como seres únicos e irrepetibles. Dentro de una cultura milenaria como es la maya”.

“Necesitamos posicionar a los pueblos (mayas) eliminando estigmas y favoreciendo sus modos de vida donde la tierra, su entorno no sea mutilado, no sean vendidos, darle todas la posibilidades para ejercer su derecho. Eso fortalece a los pueblos y por supuesto a la lengua que posteriormente promoverá el uso de su escritura”, nos compartió Hau Caamal.

Muchos interrogantes respecto a la institucionalización si realmente será benéfico para los pueblos o “solo es una bolsa económica” y que apoyen iniciativas regionales y que son cuestionables.  “Ojalá y llegue a buenas manos ese fondo para la lengua maya y que no quede en los de siempre los vividores que solo acaparan el presupuesto para no hacer absolutamente nada que no sea la simulación porque no se traduciría en beneficios sociales  y menos para la colectividad”, nos escribieron.

Queda claro que hay mucho por hacer en torno a las viejas demandas de los pueblos originarios “porque si no hay pueblos no hay personas, y si no hay personas no hay lengua, si no hay lengua no hay escritura, entonces ya no nos sirven las reglas de escritura”, aseveró Hau Caamal.

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