EL MUNDO PSEUDOCONCRETO DEL POKEMON ASESINO.
Por: Jesús Solís Alpuche
Cuando la clase política, ya no encontró otra forma de vincularse al mercado publicitario el año pasado, y recurrió a la estrategia infantil, de la caza de “poquemones”, Francisco MacManus Soto, compartió conmigo, en exclusiva, el siguiente comentario por escrito.
“Cuando en un proceso dirigido a tener conocimiento de lo esencial, de lo estructural, de lo concreto múltiplemente determinado, de lo verdadero; cuando en ese proceso complejo que implica necesariamente dar rodeos para encontrar la verdad concreta abstracta múltiplemente determinada, correspondiente al ser material concreto. Cuando en ese camino nos detenemos, cuando ya no avanzamos y no movemos, lo que queda en nuestra mente apenas es una apariencia, una mera forma indefinida, lo superficial. De antemano sabemos en ese momento que no sabemos; sabemos que aún no hemos penetrado las formas exteriores para llegar a los contenidos esenciales; a eso que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa,. En esa fase inicial, superficial, pseudo concreta, el conocimiento de lo aparente es lo que impera, el conocimiento parcial de una imagen carente de sustancia, carente de contenido material, entonces es cuando en las manos, o en los ojos, o en la mente tenemos solo un “Pokemon”. Eso es lo que está en nuestra mente, un “Pokemon”.
¿Qué es un Pokemon?: Es un ser inexistente, fantasmagórico, imaginario, que no existe. Es cuando no tenemos nada, únicamente una apariencia, una proyección. Ese “Pokemon” sin embargo es capaz de mover montañas de carne, carne de miles de humanos que no razonan, que se mueven por ilusiones sin sustento. Los “Pokemones” hoy día mueven miles de humanos como zombis. Sin pensar avanzan como si siguiesen promesas de algún partido político o de un espiritista. Nada, nada, la nada mueve a los hombres como una manada que se mueve y agita, ante una campana, ante un teléfono celular que los guía para encontrar una ilusión, encontrar y capturar o eliminar un fantasma, un “Pokemon”. Esos humanos se mueven para atrapar una ilusión, sumar un “Pokemon”, caminan y caminan y luchan para atrapar más, muchos Pokemones; mientras se quedan sin empleo, sin dinero, sin país, sin familia, sin futuro.
Así, los “Pokemones” hoy día si convocan a las masas, lo logran con éxito, mucho más que los partidos políticos, más que las luchas por los Derechos Humanos, por el derecho a comer, a vivir; este mundo de mierda lo mueve “El Pokemon Asesino”, el que mató la conciencia humana, el que aniquilo su cerebro y su inteligencia”. Finaliza el escrito.
Agradezco a Francisco MacManus, que durante estos últimos años compartió conmigo reflexiones de este tamaño. Reflexiones críticas de la cotidianeidad que compartir con otros camaradas, y nos hacen sentir que aún hay vida inteligente en el planeta. Que el Uso Común no está totalmente privatizado, y en el universo aún anida un espíritu inmanente que mueve luces entre la oscuridad. Y mientras haya luces en Movimiento es que hay vida, y viceversa. Mientras haya Movimiento, habrá Vida infinita. chantzacan@hotmail.com