Ante el menosprecio de la 4T hacia los trabajadores agrícolas, manifestamos lo siguiente:
.- Día con día, la insensibilidad y la falta de empatía por parte del inquilino de Palacio Nacional se observa con mayor nitidez. En los hechos el pueblo nada más lo considera para que sea receptor, sin criterio propio, ante sus decisiones y omisiones. No le interesa más que para que le aplauda y lo alabe. No le interesa el que carezca de empleo, de ingreso o esté siendo impactado por el agresivo incremento de los artículos de primera necesidad.
.- Ante lo anterior no nos queda más que pugnar actuar para visibilizarnos y ser escuchados. No somos de los que simulamos ni buscamos pretextos para en las calles, reivindicar nuestros derechos de petición y de libre expresión.
.- Es a todas luces evidente que hoy que nos enfrentamos a un gobierno traidor y omiso a las necesidades del campo. Por el bien de nuestras familias y nuestras comunidades estamos más que obligados y obligadas a mostrar capacidad, coraje y compromiso con las mujeres con los hombres y con los indígenas que viven y trabajan en los ejidos y comunidades rurales
.- Lo que nos guía es el hecho de que, con nuestro trabajo, con nuestro esfuerzo, nuestra dedicación y nuestro compromiso continuaremos beneficiándonos por las bondades de nuestra tierra. Y que estas continúen siendo nuestra fuente de trabajo. Par que nuestro estado siga creciendo. Para que con nuestro trabajo generemos los alimentos nutran las mesas de las familias yucatecas. Y contribuyamos a la prosperidad de nuestro estado. Estamos en la plena disposición de ser coparticipes con la necesaria y equitativa transformación que requiere Yucatán.
Resulta más que claro que para el Gobierno federal los productores del estamos estigmatizados.
Sepulto 17 programas destinados al campo lo poco que estamos invirtiendo no logramos recuperarlo. Estamos totalmente al garete. Lo poco que había de apoyos para programas productivos, lo ha canalizado para sus proyectos insignia. De manera poco clara y transparente.
A más de dos años que se dio inicio a la construcción del tren maya sería bueno saber cuántas de las comunidades impactadas directamente por este proyecto ya cuentan con excelente servicio de agua, de luz, de internet, de hospitales de segundo nivel y de educación, y cuántas ya cuentan con empleos bien remunerados con todos sus derechos que marca la ley incluyendo las vacaciones, sería bueno que por cada diez pesos que se gasta en el tren se destine por lo menos uno para las comunidades.
Atentamente
Guillermo Cauich Duran
Representante de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en Yucatán
