Por: Jesús Solís Alpuche
Miles de fotografías y cientos de escritos de denuncias surgen de entre los más de tres mil yucatecos que asistieron al mitin informativo y, de agradecimiento, ofrecido por López Obrador, ayer en Mérida como presidente de la República electo. Entre estos escritos, acompañamos la entrega del suscrito por Carlos Raúl Yamá Ventura, con otras 21 kinchileños, que expone lo siguiente.
Lic. Andrés Manuel López Obrador. Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos. Presente.
Le damos la más cordial bienvenida, al mismo tiempo que le hacemos de su conocimiento, uno de los más graves problemas que aqueja al campo yucateco, y creemos que al campesinado de nuestro país. Le informamos que poblaciones completas están siendo víctimas de los grupos fácticos conformados por servidores públicos de las pasadas administraciones; gente sin escrúpulos que coludidos con prestanombres y/o empresarios corruptos se encargan de despojar a los campesinos de sus tierras.
Nosotros originarios del pueblo de Kinchil y de origen maya, estamos siendo víctimas de la complicidad, e inmoralidad de los actuales funcionarios de la SEDATU, la PA y el RAN, para pasarle nuestros derechos a las tierras que desde 1938 tenemos como kinchileños. Y hasta hoy tenemos en posesión de manera pública, pacífica y continua y en la cual mantenemos actividades apícolas, agrícolas y ganaderas; respetando nuestro entorno natural mediante formas de desarrollo comunitario, para conservar el equilibrio de la riqueza natural de la que vivimos y nos sustentamos.
Denunciamos el constante asedio a este patrimonio de nuestro pueblo, por las grandes corporaciones, para los que el sistema económico y su modelo impuesto ha hecho leyes especíales, para arrebatarnos tierras y aguas, y ponerlas en manos de las corporaciones, cómplices del mismo aparato de los gobiernos neoliberales que favorecen el desarrollo de megaproyectos y desaparecer nuestras formas de vida por medio de la dieta industrial que imponen.
En formas legaloides, y violando los derechos elementales, plasmados en nuestra Carta Magna, pretenden hacer que nuestras tierras, donde nuestros padres y abuelos hemos trabajado durante más de 90 años, donde tomamos vida y dejamos nuestras vidas, nuestro esfuerzo, nuestro cansancio, nuestras esperanzas<, donde tenemos nuestros animales, nuestros apiarios, nuestros cultivos, y hoy dicen que es propiedad privada, porque la SEDATU así lo reconoce, y la han titulado a favor de terceros, pisoteando nuestros derechos como si no existiéramos, como si viviéramos en tiempo de la colonia, tiempo en que como indígenas mayas no valíamos como seres humanos, y lo que es peor, ahora esto se repite por la vía del hecho.
Es preciso recalcar que nos estamos enfrentando a gente muy poderosa, insertada en los puestos gubernamentales, que, con el pretexto de crear empleos en las comunidades, se agencian del territorio, a base de marrullerías jurídicas. Y hablamos concretamente de empresas como Grupo KUO y KEKEN, que no sólo roban nuestro patrimonio, contamina, tierra y agua, sino hasta nuestra alimentación, por medio de la engorda forzada de los cerdos que produce por millares sin tomar en cuenta la salud de nuestros pueblos, porque nunca había habido tanto cáncer, diabetes, osteosporosis, etc. Por si fuera poco, las empresas EOLICAS, están talando el poco monte que tenemos.
Al recibir su constancia de triunfo, Usted dijo que el triunfo se debe a que la mayoría del pueblo de México estamos hartos de la prepotencia, influyentismo y deshonestidad y, anhelamos poder fin a la corrupción y a la impunidad. Del mismo modo el 7 de agosto pasado, afirmó que es tiempo de actuar en unidad para lograr el beneficio del país, por lo que se tiene que escuchar a todos, sin censura, para lograr la pacificación en el territorio nacional.
Estas declaraciones nos animan a denunciar ante Usted como Presidente Electo por más del 50 % de los mexicanos participantes en la elección, que el despojo que sufrimos, sin el más mínimo recato, ni respeto al desarrollo sustentable, nos está llevando a la desesperación. No es posible ni aceptable un desarrollo con la violencia que impone el desarrollo industrial y tecnológico, destruyendo lo copo que nos queda de la naturaleza.
Sabemos que este tipo de proyectos avasalladores no quieren parar, y algunas leyes reformadas a modo les favorecen como oligarquía adinerados. Pero nosotros, como pueblo original, estamos dispuestos a defender nuestro territorio y acuífero a costa de todo. No tenemos nada más que perder. Si permitimos que nos arrebaten la tierra y el agua, permitimos que nos arrebaten nuestro futuro, nuestras vidas, nuestro sustento, en que se basa la dignidad. Seguiremos luchando por estas tierras. Buscamos, y le pedimos se nos reconozcan con certidumbre y se les expropie a quienes, con toda mala fe, dicen que son su propiedad privada.
Solicitamos, en calidad de urgente y a la vez como un grito de esperanzado de auxilio, gire instrucciones entre su futuro gabinete, para realizar análisis de las formas de actuar de las autoridades agrarias salientes, para fueron las que avalaron todos los atropellos que se han cometido en contra de nosotros y nuestras tierras mayas. Que se haga un estudio a fondo del caso Kinchil y regiones aledañas, sin desaparecer información, para constatar el estado que se guarda de nuestras tierras y se nos deje trabajar en paz, porque evitando el despojo, otro proyecto de desarrollo es posible. Exigimos, lo que usted exige. Actuar con honestidad y justicia, y esto es extensivo a la naturaleza de nuestra región poniente de la Península. Concluye el documento entregado a Andrés Manuel López Obrador día de ayer. chantzacan@hotmail.com
