Derechos Humanos documentó caso de petuleña, arrastrada y privada de su libertad por policía municipal de Peto.

Peto, Yucatán, México a 26 de noviembre de 2019 (Bernardo Caamal Itzá)

«Viví en carne propia no solo la humillación y los malos momentos que me hizo pasar la maestra Martha Carolina Vázquez Calderón, en su calidad de titular del catastro municipal de #Peto, su incomodidad fue solo por preguntar porque autorizó una obra que hace el vecino y que nos afecta, aunque de un inicio dijo que no era cierto, al final, aceptó que si lo autorizó. Al ver la agresividad en que actúa decidí grabarla. Aspecto que lo incómodo, al final, apoyada por la policía municipal, no solo me quitaron el celular por las evidencias que hay, sino que entre forcejeos, me arrastraron y me privaron de mi libertad por 2 horas, en ese tiempo se burlaron de mí, y me obligaron a borrar en el celular, las evidencias de los pésimos tratos recibidos, denunció Blanca Esther Poot Sánchez y Blanca Rosa Sánchez, quienes en entrevista resaltaron el maltrato que recibieron el pasado 5 de noviembre en las instalaciones del palacio municipal de Peto, cuyo caso fue documentado por la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán.

De la denuncia interpuesta por las quejosas, se registró en la cédula de notificación 912/2019, en el expediente 086/2019 con fecha del 12 de noviembre de 2019, en donde solicitan a la autoridad municipal “Por este conducto me permito comunicarle que el día de hoy este Organismo dictó un acuerdo dentro del expediente marcado al rubro del presente comunicado, iniciando con motivo de la queja interpuesta por Usted mediante la cual manifestó diversos hechos posiblemente violatorios a sus derechos humanos e imputables a la policía municipal de Peto, Yucatán.

En dicho acuerdo, se solicitó de la manera más atenta, al presidente municipal del H. Ayuntamiento de Peto, Yucatán, se sirva proporcionar dentro de un término de quince días naturales siguientes al acuse de recibo del presente comunicado, un informe previo en relación a los hechos…” resaltó el documento entregado a las víctimas y copias giradas al H. Ayuntamiento de Peto, Yucatán.

El problema se derivo a que funcionarios municipales no quisieron atender, después de “traerlas de aquí para allá” una vieja técnica llamada “el ratón loco”. Al final las regañan y los sacan de la oficina, y una de ellas “fue castigada” solo por grabar las evidencias de los malos tratos.

Relatoría de hechos, la mañana del 5 de noviembre eso de las 9 de la mañana, la señora Blanca Rosa Sánchez Ramírez, acudió al departamento jurídico que depende del H. Ayuntamiento de Peto, Yucatán “Fue exponer mi situación ya que el vecino informó que el área del Catastro Municipal dio permiso por una escarpa de casi 3 metros que iba a realizar mi vecino, obstruyendo el paso del agua, y lo cual, al llover, el agua inundaría mi casa.

-En el jurídico me informaron que o podían hacer nada al respecto y me mandaron al departamento de Protección Civil. Al llegar en Protección Civil las empleados y empleadas me dijeron que no podían resolver ese problema y me mandaron al jurídico. Al estar en este lugar, me mandaron en Obras Públicas. Estuve en Obras Públicas y al no encontrar al director, un empleado suyo hizo una llamada para preguntar si me podían ayudar, el empleado al terminar su llamada me dio por escrito el nombre de un licenciado llamado Roberto.

De nueva cuenta, regrese al departamento Jurídico preguntando por el licenciado Roberto, y ahí un empleado me dijo que no es Roberto, sino que es el licenciado Manuel Cigarroa, pero que no se encontraba. Después se me acercó el policía llamado Jesús Manuel Amador Vásquez Amador, quien había ido a supervisar el trabajo y fue quien me dijo que la Profr. Martha Carolina Vázquez Calderón del Catastro municipal fue quien autorizó dicho permiso a mi vecino.

Acudí al Catastro para preguntar y me encontré con su directora, la saludé… ella tomó su teléfono y estuvo llamando en su celular, mientras yo la esperaba. Al terminar sus llamadas mandó a sus secretarías a su casa en busca de un recibo.

Antes de que yo le explique, ella me dijo: – ¡Ya sé a qué vienes! ¡No vengas a quitarme mi tiempo, no sé qué buscas aquí en mi oficina! ¡El señor puede trabajar libremente y hacer lo que quiera en la calle, nadie le puede prohibir nada! ¡El señor está en todo su derecho de hacer lo que quiera! Muy molesta me dijo que salga de su oficina y eso sucedió entre las 9:30 a 10 de la mañana. Mientras mi hija, Ester Poot Sánchez, al saber que estaba en el palacio municipal fue a verme” Concluyó la señora Blanca Rosa Sánchez Ramírez.

Por su parte Ester, al saber de que su madre fue al palacio municipal, acudió a verla “No sabía lo que le había pasado por parte de las autoridades. Al llegar por este lugar, pregunte a un familiar que encontré y pregunte si había visto a mi mamá y me dijo que lo vio entrar en el Catastro municipal. Al llegar ahí, no encontré a mi mamá y fue cuando me acerqué a la directora para preguntarle si se pudo resolver el problema de la escarpa que hacía el vecino.

La directora dijo que no tiene por qué darme explicaciones ya que ella no tiene nada que ver con eso, y que nadie ha ido a verla por ese caso. Yo le respondí: El vecino dijo que acudió aquí y que usted le dio el permiso para realizar la escarpa. Al respecto, respondió:

–              ¡Yo no he dado ningún permiso! ¡No tengo nada que ver con eso, no soy la encargada de resolver ese problema!

Nuevamente le dije: Pero si el señor dijo que usted le dio la orden. Ella se molestó y me dijo:

– ¡Ya te dije que yo no tengo nada que ver con eso! Ya mandé peritaje y todo está bien, no hay ningún problema. ¡El señor puede hacer lo que él quiera porque es la calle y está en todo su derecho, nadie se lo puede prohibir!

Al darme cuenta de la actitud grosera y prepotente y negándose a resolver el caso, yo decidí grabar todo lo que iba diciendo.

– ¡Maestra! Si usted no puede ayudarme a solucionar el problema, dígame donde puedo ir o a donde debo acudir, ya que no puede ayudarme. Ella molesta me respondió ¡Ese no es mi problema, haz lo que tengas que hacer! Anda donde tengas que ir, ya no sigas fastidiando. A mí no me interesa que problemas tengas con ese vecino. Además, tú ni siquiera nos apoyaste… Ese no es problema mío, arréglalo como puedas…En ese momento alce mi celular y se dio cuenta que la estaba grabando y bien molesta me reclamó ¡deja de grabarme. No tienes por qué grabarme, ni grabar todo lo que he dicho y salió de la oficina… después de un rato al ver que no regresaba salí de la oficina para ir a mi casa. Crucé la calle para irme a mi casa, en eso llegó la mujer policía llamada Marci Paulina May Chí y otra y me dijeron ¡Usted está detenida!

¿Pero por qué? Les cuestione si yo no he cometido ningún delito físico y ni verbal- y me respondieron:

– ¡Son ordenes de la maestra Martha C. Vázquez Calderón! ¡Nosotros no sabemos nada! En ese momento pasó cerca de mí una conocida mía y le di enseguida mi celular porque me estaban llevando en calidad de detenida y para evitar me colgué de un mototaxi. En ese momento el policía Jesús Manuel Amador Vásquez, le arrebató el celular a la señora, mientras que las otras policías con el uso de la fuerza y con violencia comenzaron a forcejear para que me soltara del mototaxi y como no podían, llamaron a más policías y entre uniformados hombres y mujeres comenzaron a forcejear, a jalarme, agrediendo con fuerza hasta lograr que me soltara del mototaxi.

¡Suéltate! ¡No hagas espectáculo! Entre que me insultaban, en realidad esperaba que alguien se diera cuenta de esos malos momentos que pasaba y avisaran a conocidos y familiares. Al final, lograron su propósito, que me soltara y arrastrándome me llevaron hasta la cárcel, y ahí todos los policías se burlaron de mí.

Durante las 2 horas en que estuve detenida, dado que al mediodía tenía que ir a buscar a mis hijos en la escuela y estaba algo desesperada por ellos, y fue cuando les pedí mi celular para comunicarme con algún familiar y me lo negaron. Por su parte la maestra Marta, aunque ella me dio clases, me conocía desde niña y ahora vi su verdadera faceta, comenzó a amenazarme para que borrara la grabación del celular, ella me decía si no lo borras, vamos a encerrarte por más tiempo y que no iban a devolver el celular. Ante tanta presión, tuve que borrar, y en eso llegó mi madre.

Mi mamá al preguntar porque estaba detenida y los policías dijeron que no estaba detenida y fue así solo porque llegó mi madre en ese momento, pude salir. Los forcejeos, me afectó todo el cuerpo, y por eso tuve que denunciarlos a la Comisión de Derechos Humanos de Tekax, pero ahí me recibieron, pero quien me atendió “Que no tenía por qué grabar a la maestra, porque si ella denuncia, entonces, estaría mal… es más le comenté que iba a pasarlo al ministerio público por esas vejaciones, para acusar a quienes me forcejearon, en donde no solo sufrí violencia física y verbal, abuso de autoridad y bulligs, incomunicación, privación de mi libertad, y el mal servicio público y la falta de coordinación entre las áreas del servicio público municipal, y pues todo lo que sufrí me afectó psicológicamente -resaltaron en entrevista con respecto a la actuación de la autoridad municipal – y esperamos que las instancias que ventilan nuestro caso, actúen con responsabilidad y con apego a la ley, y no sea un caso más que se archive” concluyeron.

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