PROPUESTA DE REGENERACIÓN Y DESARROLLO EN EL CAMPO YUCATECO

REFORMA ESTATAL CONTRA LA MIGRACIÓN Y EL VICIO

Por: Jesús Solís Alpuche

A partir de 1992 en que las reformas al Artículo 27 Constitucional, en materia agraria, le arrebataron a todos los campesinos mexicanos sus derechos agrarios fundamentales como propiedad inalienable e inembargable de la tierra; la ley de crédito ejidal fue derogada; y en Yucatán, incluso los derechos al Seguro Social y las pensiones a los 65 años les fueron suspendidos al abolirse la ley de crédito a su favor. Así, la economía en el medio rural de nuestro Estado cayó radicalmente. Hoy tenemos más de medio millón de gentes en el campo, de los cuales, unos 300 mil vivían del trabajo ejidal del henequén, mal planificado, de producir frutales y legumbres, así como de la pequeña ganadería y poca apicultura. Los cuales viven sin esperanzas de un desarrollo justo, digno y democrático.

El ejido yucateco contaba con 2 millones 236 mil hectáreas de tierras ejidales, (57 % del territorio) repartidas entre 738 ejidos, que a su vez tenían inscrito 128 mil 40 sujetos agrarios, o sea ejidatarios (el 7 % de la población de entonces). Hoy con una población total de 2 millones de habitantes, esto no ha cambiado mucho, con la diferencia que se han privatizado más de 50 mil hectáreas, y desde fines del Siglo pasado, la migración en el medio rural se ha profundizado hacia los Estados Unidos, Cancún, Mérida o a los puertos de la Península, donde docenas de campesinos han perecido o se han extraviado en el mar por su inexperiencia en el trabajo de pescadores.

  El gobierno no toca el modelo de la pobreza alimentaria, ni de la pobreza patrimonial, cuando, desde la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario y demás autoridades solapan la transferencia de derechos ejidales a particulares, que a su vez venden estos mismos derechos a megaproyectos, como los de la Cervecería Modelo, establecida en el Ejido de Texán, municipio de Hunucmá, mediante tramites oscuros en el manejo de la propiedad ejidal donde se asienta; lo mismo sucede con la Porcícola Keken, que con el pretexto de generar mano de obra, manipulan la opinión pública, como si beneficiaran el desarrollo social y económico, cuando en realidad pagan sueldos de los más bajos del mundo a los ex- campesinos que emplean. Y contamina despiadadamente el acuífero que tenemos en la misma región ex-henequenera.

Por causa que en los ejidos de Yucatán no hay certidumbre en los linderos intraejidales, la transferencia de derechos a particulares ha generado varios conflictos entre el campesinado maya, que sin opciones productivas, ve en “la venta de la tierra”, la oportunidad de conocer varios miles de pesos, que nunca ha visto en su vida. Pero sin darse cuenta de la pérdida de su entorno cultural y ambiental saludable pues, la contaminación de plantas porcícolas como “Kekén” y la misma Cervecería, que extrae millones de litros de agua del subsuelo todos los días y que ha abaratado la venta de cerveza en la región ocasionan grave daños a la salud, y al medio ambiente, sobre todo por la gran cantidad de agua que extraen, de un acuífero de 2 a 6 metros del subsuelo.

En este breve contexto, en que se expone el subdesarrrollo de la población eminentemente mayense en  poniente del Estado de Yucatán, proponemos una reforma en materia de redistribución del territorio ejidal más amplia, pues el 57 % del territorio yucateco que pertenece al ejido, no puede ser «propiedad» sólo del 5 % de los habitantes de hoy. Así mismo que los megaproyectos empresariales paguen los recursos que extraen y pertenecen a las comunidades, paguen salarios justos; cese la promoción del alcoholismo en las regiones mayas, e implementar una intensa campaña de educación y capacitación en materia de organización, tecnificación y reorientación del trabajo y reforestación en el campo, con redes de distribución de la producción entre comercializadores y consumidores; dar aliento a la producción de alimentos para el autoconsumo familiar. Por lo que también proponemos estrategias de financiamiento decidido y trasparente, muy bien respaldadas con asesoría técnica, información sobre la importancia de la conservación del medio ambiente sano, el rechazo a las semillas genéticamente «mejoradas»; y para la autosuficiencia y sobre la producción de granos y alimentos, garantizar las semillas nativas posibles de sembrar y reproducir en parcelas y traspatio. chantzacan@hotmail.com

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