SINDICALISTAS Y ORGANIZACIONES CIUDADANAS DEMANDA DE DERECHOS ECONÓMICAS SOCIALES Y CULTURALES.

 

Por: Jesús Solís Alpuche

En la coyuntura de finales de la campaña electoral 2018, representantes del Sindicato de Terraceros, Trabajadores de la Construcción en general, Similares y Conexos del Estado de Yucatán. Con Registro Sindical # 90 en el Estado, encabezado por Eusebio Moo Tec, expusieron en una rueda de prensa el día de hoy que distintas agrupaciones de trabajadores del campo y la ciudad, campesinos, obreros, pescadores, están excluidos de los procesos de desarrollo en el Estado.

Pero lo más grave es que hasta en los discursos de las campañas electorales hay un rezago del tema del desempleo y necesidad en este sector, y la discriminación que el gobierno y las empresas de la construcción impone a la obra de mano de más 2, 500 trabajadores en la terracería, la construcción y desazolve de pozos, caminos y carreteras, que ponen en manos de empresas constructoras con las que sostienen los llamados “moches”, que se está denunciando sólo en forma política partidista, sin que se castigue a nadie.

En un documento firmado por la representación, afirman  que por causa de que las políticas públicas, se centran en negocios turbios, entre las empresas que controlan el trabajo, y la producción con el gobierno, haciendo negocios, con el dinero público, las relaciones de trabajo “nos mantiene sin oportunidades de ingreso económico, y que por lo mismo queremos denunciar, como un fenómeno por combatir, para que haya una nueva relación entre el Estado y los trabajos que genera para el desarrollo con el presupuesto, destinado a las obras que le corresponde al Estado”.

Con el apoyo de integrantes del Movimiento M-18; La Asociación de Padres de Familia; el Comité de Transparencia y Democracia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la Asociación de Pensionados; piden se haga público que, como ciudadanos mestizos y mayas descendientes de nuestros pueblos originales de Yucatán, desde fines del siglo pasado la discriminación laboral, se nos echó encima, con la liquidación en el campo henequenero, para hacernos a un lado de las oportunidades de trabajo digno y bien pagado desde el monte hasta en el mar.

-Hoy sólo migajas recibimos a cambio de dar nuestra fuerza, que no sabía otra cosa que lo que se llama milpa, chapeo, luego hicimos terracería, pozos, zanjas, albarradas, casas y otros trabajos llamados de mano de obra, o pescar. Para sacar las necesidades de nuestras familias.

-El campo fue abandonado desde los años 90., por lo que los que fuimos campesinos nos pasamos a ser obreros o pescadores.  Luego, los trabajos de construcción, terracería y pesca fueron monopolizados por los que tienen la tecnología y las empresas con permisos del gobierno, que se ponen de acuerdo con los 3 niveles, especulando con el valor de nuestro trabajo, en el área tanto de la construcción como de la pesca.

-Han impuesto un sistema de control, entre funcionarios públicos y privados, que especulan con nuestra producción y fuerza de trabajo, lo cual violenta el Art. 2º. Letra B de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que obliga a las autoridades a que el desarrollo regional, en la Zonas indígenas sea impulsado con el propósito de proteger las economías locales y garantizar la forma de vida digna de sus pueblos, mediante acciones coordinadas entre los 3 niveles de gobierno y el manejo honesto del presupuesto como especifica el art. 6º. De la misma Constitución.

-Nuestra Carta Magna obliga a las autoridades a integrar a las comunidades y pueblos de escasos recursos a los procesos de desarrollo, en forma digna, con el propósito de fortalecer las economías locales para que éstas mejoren sus condiciones de vida, así mismo que los procesos de desarrollo tecnológico no les afecte, apoyar su inclusión en las tecnologías para incrementar su capacidad productiva, asegurando el acceso equitativo a los sistemas de abasto y comercialización, como indica y manda el inciso VII Constitucional del Art. 2º.

-Los gobiernos federales y de los Estados tienen la obligación de consultar a los pueblos indígenas en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo de los Estados y municipios. Pero en estas campañas electorales que ya van a terminar, ningún candidato o partido, toma en cuenta nuestros preceptos constitucionales.

Todos los Partidos y candidatos andan tratando de cachar votos a base de distribución de playeras, cachuchas, comida, refrescos y mucha propaganda en radio, televisión y papeles que nos llaman para votar, pero nadie se acuerda del trabajo seguro para todos. Nadie habla de mejorar los sueldos, las pensiones y todos andan perdidos en querer ganar, en la política, para que siga más de lo mismo.

Por esta razón hacemos un llamado de atención, a todos los trabajadores y desempleados, en el medio rural, en los puertos, a que no se desalientes, a que nos organicemos, para que haya un cambio en las políticas públicas en esta materia. No es posible que sólo las grandes empresas de la construcción y armadores en los puertos tengan la suerte de especular con la fuerza de nuestro trabajo productivo. Exigimos nuestro derecho al trabajo, con trato justo y pago digno a nuestra fuerza laboral, así como seguridad social y económica como descendientes del pueblo maya yucateco conforme a la Ley y los Derechos establecidos en los Tratados Internacionales firmados por el Estado Mexicano. chantzacan@hotmail.com

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