Por: Gabriel Pech @GpcMaya
Ayer en segunda convocatoria, realizada por el Comité de Vigilancia del Ejido de Kinchil, Silvano Dzib Cauich y Julian Castro Chan y Alfredo Cab, con el objetivo de remover al actual comisario Fausto May Pisté, por el supuesto de oponerse a la regularización de las tierras ejidales, de principio se confrontaron los dos grupos encabezados por los del comité de vigilancia y quienes están con el comisario.
Los primeros, asesorados por el Lic. Gaspar Loría Avilez, ex director jurídico de la delegación Yucatán de la Procuraduría Agraria, argumentaron que Fausto May Pisté, no tenía nada que hacer en la asamblea, como las amenazas con agresividad aumentaban, los visitadores Roger Armando Cetz y José Gio Escalante declararos inviable la asamblea, porque no había condiciones de tranquilidad para su realización. Por lo que los partidarios del comisario Fausto May, más de un centenar, se retiraron del local ejidal.
No así los partidarios del consejo de vigilancia, que por instrucciones del Lic. Gaspar Loría Aviles, continuaron con los trabajos para desconocer la actual representación.
Como ninguna de las partes aceptaron dar su opinión, porque obviamente ignoran el peso de la responsabilidad, optamos por una consulta entre los que deben de conocer del fondo del asunto.
En opinión de Jesus Solís Alpuche dirigente nacional de la Alianza Agropecuaria Nacional de Comercializadores y Consumidores, El Barzón y de la Asociación Civil, Chan Tzab Can, nos comenta que hay una profunda ignorancia de la ley y los derechos ejidales y en materia agraria. Nunca a los ejidatarios se ha informado de sus derechos y obligaciones como sujetos agrarios. El gobierno neoliberal de los últimos 30 año, después de quitarles sus derechos a los créditos, al Seguro Social y a las pensiones, los mantuvo a base migajas y mentiras, para que las tierras ajidales pasen a manos de particulares, mediante traficantes oficiales y despachos privados que hasta ahora, en el gobierno del Cambio Verdadero y la 4ª.T pretenden seguir traficando con el territorio, no solo de Kinchil sino de otros ejidos de Yucatán.
-Pero al comisario se le acusa de oponerse la regularización.
-En efecto, porque la regularización del ejido de Kinchil implica reconocer el deslinde definitivo que realizó el gobierno Salinas-Cervera y le quita a Kinchil cerca de 5 mil hectáreas que pasan a nombre del ejido de Tetiz. Hoy todo este terreno ya está vendido por Tetiz. Lo cual no se debe reconocer, porque en el Decreto del Reparto Agrario de 1938 el Presidente Cárdenas concede a Kinchil más de 28 mil hectáreas y ahora con el deslinde definitivo sólo se le reconoce 22 mil hectáreas. Esto, ningún comisariado responsable podría aceptar para regular su ejido… Pero este no es un caso aislado, la mayoría de los ejidos en Yucatán están así. NO tienen certidumbre jurídica de linderos y pertenencia. Porque así convenía al sistema neoliberal: A río revuelto ganancia de pescadores. Los traficantes se valen de esta incertidumbre territorial y de la inocencia de los ejidatarios para hacer sus asambleas de trampuchetas.
-¿Entonces cuál es el interés de quitar al actual comisario?
-May Pisté es uno de los pocos ejidatarios que conoce algo de la ley, en los años 90s, como comisario se opuso al Procede. Programa que nunca funcionó en ningún ejido para su regularización en todo el país; desde entonces los ejidos que como Tetiz entraron al Procede ya no tienen nada mientras, Kinchil conserva sus 22 mil hectáreas que le da el deslinde, pero sigue reclamando las 28 mil que le dio Cárdenas en el Decretó de 1938.
Pero además Las empresas inmobiliarias, Keken y otros megaproyectos, necesitan tierras, para el megaproyecto turístico a Celestún. Y aquí intervienen los operadores que manipulan y operan las asambleas con un mínimo de sujetos agrarios convencidos que la tierra no les sirve ni servirá a sus hijos o nietos.
Hay en Kinchil, poco más de una veintena de “ejidatarios” que trabajaron en la burocracia y en las empresas porcícolas y avícolas; gente que nunca han trabajado la tierra y otros que no saben leer ni escribir y son pasto fácil para huellar cualquier documento. Y es aquí donde entra gente como el ex jefe del jurídico de la delegación agraria, Gaspar Loría, que en los últimos 20 años apoya el procedimiento para pasar a manos de particulares más de 100 mil hectáreas del ejido yucateco.
-Keken necesita más de 2000 hectáreas para justificar la norma legal del alto nivel de su producción. Fausto May se opone a las formas ilegitimas de transferencia de derechos agrarios a particulares. Por eso hay que eliminarlo del cargo, antes que la 4ª.T llegue a Yucatán y, en la sucesión del comisariado del año próximo, pueda hacer trascender una forma de comisariado afin a la que encabeza. Los traficantes de tierras y territorios ejidales necesitan en la presidencia del comisariado de Kinchil, una persona inconsciente e irresponsable, como los que firmaron el deslinde definitivo en 1992, que le hizo perder a Kinchil, cerca de 5 mil hectáreas, que pasaron a nombre de Tetiz para que las venda. Esto es la causa del intento de destitución de May Pisté. Concluye.
