Radiografía actual de los partidos políticos en Yucatán (3/3): PARTIDOS OPOSITORES AL BIPARTIDISMO (I)

PRD en terapia intensiva

Los últimos años de la década de los ochenta del siglo pasado marcaron el fin del partido único en el poder en los gobiernos estatales de México. El Partido Acción Nacional (PAN) empezaba a posicionarse y en 1989 ganaría su primera gubernatura. Mientras tanto, el Partido Revolucionario Institucional iniciaba a fragmentarse como nunca. La imposición de Carlos Salinas de Gortari como candidato presidencial conllevó a que el ala más radical, aliada del pensamiento de izquierda y progresista se desprendiera de una institución política que empezaba a cambiar de dirección con las diversas decisiones tomadas en la Presidencia de la mano de Miguel de la Madrid. De esa separación, en 1989, nacería el Sol Azteca: el Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuyos miembros fundadores fueron  Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador, así como Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo y Amalia García[1].

Eduardo Sobrino y Alejandro Cuevas , actual diputado del PRD en congreso del estado. Foto: informacióndelonuevo

A más de tres décadas del surgimiento del PRD, de haber conquistado la Ciudad de México desde su fundación, hoy está en terapia intensiva, y, en Yucatán, el barco fue abandonado y Eduardo Sobrino, su líder «perpetuado» en la entidad, busca la manera de colocar a sus cuadros políticos en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); se sabe que tiene la habilidad (maña política lisonjera) y sobre todo —no es un secreto a voces— mantiene una fructífera amistad con López Obrador. Ya dijo en una ocasión que el propio AMLO le llamó para darle el puesto de encargado de migración en Chiapas, invitación que no aceptó, pues también es sabido, es un político de escritorio que no le gusta el trabajo de «talacha».

 

 

El Partido de Trabajo en crecimiento

Francisco Rosas Villavicencio, delegado del PT Yucatán. Foto: eltizón

Se decía que uno de los partidos condenados a desaparecer era el Partido del Trabajo (PT); el augurio falló y actualmente este organismo político representa un «peligro» para los dominantes en Yucatán, e incluso se le ha comparado como un «Caballo de Troya» para las elecciones del 2021. Y es que con la llegada de Francisco Rosas Villavicencio como Comisionado Nacional del PT en Yucatán se ha logrado una mayor presencia, sumándose al proyecto, simpatizantes y hasta ha incrementado su militancia. Además, el partido ha creado comités municipales y si bien en la actualidad no tiene diputaciones locales, es muy probable que el panorama cambie en los próximos comicios cuando se espera que hasta alcaldías logre y quizá hasta sin coaliciones. En síntesis, el Partido del Trabajo, como el ave fénix, está renaciendo de sus cenizas y una de las figuras que le dan relevancia, sin duda, es Gerardo Fernández Noroña que aunque polémico, siempre se ha caracterizado por defender las causas de los trabajadores y de los denominados Los de Abajo.

MORENA: Las disputas de Morena en Yucatán

Para profundizar en la historia de este partido en Yucatán es menester conocer los primeros pasos y protagonistas del autodenominado «cambio verdadero».

Corría el año del 2006 y estaría marcado por el «mega fraude» que habría sufrido Andrés Manuel López Obrador, actual jefe del Ejecutivo federal; son considerados —históricamente— responsables de este «atraco electoral» el PRI y el PAN, en especial Felipe Calderón Hinojosa a quien la oposición bautizara como el «el Presidente espurio», esto, tras tomar protesta de la Presidencia del país en un ambiente álgido, lleno de protestas, empujones y consignas de los legisladores, simpatizantes de López Obrador. Luego de exigirse un conteo de votos, de consignarse el fraude, de tomarse el Centro Histórico de la Ciudad de México y en vías al 2012, luchadores sociales, activistas de izquierda, políticos de centro-izquierda, progresistas, organizaciones civiles y de trabajadores (obreros, campesinos, mineros, etcétera), se organizaron y volvieron a postular a AMLO; sin embargo, en una contienda plagada de sobregastos de campaña por parte del PRI y un desgastamiento del PAN por la «guerra contra el crimen organizado» que trajo un baño de sangre al país, el abanderado del tricolor, Enrique Peña Nieto se alzó con el triunfo y una nueva ola de protestas y descontento social se desató durante su mandato aunado a la desaparición y la «verdad histórica» de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa[2].

Este último acontecimiento marcó, en definitiva, la vida pública del país. Se intensificó la defensa y la búsqueda de una democracia participativa que se hizo notar en una gran mayoría de la población, que vieron —desde 2011—, en el Movimiento de Regeneración Nacional —contemplado en sus inicios como un movimiento social, luego asociación civil y hoy partido político— la manera de la cristalización de sus sueños y aspiraciones. Claramente Andrés Manuel López Obrador fungió como una real esperanza en la creación de Morena aglutinando, con más ahínco y sin tapujos, a diferentes organizaciones, tomando relevancia las del sector obrero, que empezaron como buenos «profetas» anunciando las «buenas nuevas» que vendrían con esta movilización social.

En Yucatán, el movimiento no fue la excepción y varias organizaciones y agrupaciones de ciudadanos se reunían cada semana para hablar de y sobre Morena, en especial de los alcances y frutos que habría rendido la lucha social en Yucatán.

Katia Meave Ferniza , actualmente delegada en Campeche de la Secretaría de Bienestar. Foto: Tribuna.

Para el trabajo de MORENA en Yucatán fue designado Alberto Pérez Mendoza, oriundo de Tabasco, que trajera al estado a más de sus coterráneos para que realizaran la labor de contactar a los líderes y organizaciones e invitarlos a que se sumaran a Morena. En ese contexto, varias organizaciones y ciudadanos se unieron, incluyendo también a muchos experredistas, destacando entre ellos Antonio Figueroa y su hijastra Lindya Quiroz, esta última sería la primera presidente del movimiento en Yucatán, y que a la opinión del propio AMLO, Quiroz cumplía con todo: guapa, fina, inteligente y con amor en las causas sociales; sin embargo, la figura de su padrastro ligado a  la de Eduardo Sobrino Sierra no le favoreció. Se podría decir que el Morena empezó en Yucatán con la imposición de lo que queda del Sol Azteca. Según seguidores, no habría tema de discusión, puesto que Andrés Manuel fue militante perredista y los contactos como Sobrino eran, en primera instancia, un requisito para conformar el movimiento en la entidad.

En esa primera conformación de integrantes de Morena Yucatán se encontraba Roger Aguilar (e.p.d.) quien compitió para ser el presidente y que perdió con Lyndia, también estaba el líder social y activista Jesús Solís Alpuche, quien sostiene que fue él quien inició con la perdición del PRD al invitar a Eduardo Sobrino y posteriormente presentarlo a AMLO. Desde esa integración las cosas en Morena marcharon sin pena ni gloria, hasta que su fundador, después de  sufrir la derrota en su camino a la presidencia en los comicios del 2012, decidió que ese movimiento pasara a ser una asociación civil y, años después —2014—, en partido político, lo que causó revuelo en sus simpatizantes y seguidores quienes sostuvieron que el movimiento caería en las reglas sucias de la «democracia partidista», cáncer del pueblo mexicano.

Mario Mex Albornoz , en su paso como diputado federal interino en el 2017. Foto: Cortesía

En Yucatán  el partido se conformó en la estructura de partido el mismo año, esto es, en el 2014 y al siguiente celebró sus primeros comicios internos, quedando como una sorpresa la elección como presidente al antropólogo Mario Mex Albornoz, fundador del partido y activo simpatizante. Su llegada quedaría como una muestra de las intenciones y de los intereses de Kathia Meave Ferniza, quien desde la Ciudad de México fue enviada como delegada para Morena Yucatán; allá empezaría una etapa del partido donde Meave Ferniza manejaría al partido «a su antojo, con nepotismo y una actitud que rayaba a una dictadura. Dispondría y colocaría a la gente en puestos estratégicos que hasta el propio Mex Albornoz sufriría de esta dictadura». El aun presidente de Morena Yucatán no ha desmentido o hecho declaración alguna sobre estos rumores de las imposiciones de Meave Ferniza.

En las elecciones del 2015, el partido ganó Valladolid —lo que se convertiría en un bastión de Morena— en la figura de la maestra Alpha Tavera, se ganó una diputación local plurinominal en la persona de la joven Jazmín Villanueva Moo y una diputación federal plurinominal con el docente Rogerio Castro. Estas figuras políticas de Morena dieron su mayor esfuerzo, pero ante un escenario desconocido «cometieron varios errores»; se señalaba que Katia Meave los controlaba y les daba agenda, en palabras de los mismos morenistas, «no se movía ni una hoja sin la autorización de Meave Ferniza». Así lo señala el activista y politólogo Jesús Solís Alpuche:

Un recuento de estos orígenes son las formas en que se eligió el Segundo Consejo y Comisión Ejecutiva Estatal, así como la mayoría de las candidaturas, desde la de gobernador, de diputados federales y estatales, hasta del último regidor en los municipios del Estado. Cientos de militantes fundadores del partido, leales a López Obrador y el movimiento recién iniciado, grupos sociales con quienes AMLO firmó compromisos, fueron rebasados por las disposiciones pragmáticas centralistas, ejecutadas sin ningún recato, por Katia Meave, “enlace” del CEE, supuestamente con el visto bueno Yeickold Polenvzki y de Andrés Manuel. Imposiciones de nombramientos de representantes en el CEE, y designaciones, de candidaturas fueron hechas sin recato.

 «Katia Meave y su séquito no se preocuparon por explicar la necesaria fuerza mayor de la táctica de alianzas con los desmembramientos de los partidos tradicionales ya desgastados por la imposición y la corrupción. La alianza electoral de “Juntos Haremos Historia” con el PT, el PES y las candidaturas comprometidas a panistas y priistas que supuestamente deseaban regenerarse, en las mismas aras del triunfo presidencial, que determinó el proceso de un nuevo reacomodo de fuerzas políticas en el Estado y en el país, y dio como resultado del triunfo presidencial, con un fin justificaba los medios. El disgusto político se fue transformando en confrontaciones personales por falta de voluntad política de parte de Katia, que decía representar a López Obrador. Aun con la humillación, en aras de la lucha por el Cambio Verdadero soñado, en las elecciones todos jalamos parejo, sin tomar en cuenta las profundas heridas políticas que personas ajenas al Estado de Yucatán vinieron a abrir entre quienes habíamos construido el proyecto original de Regeneración Política en Yucatán.

Con el triunfo del 1º. De julio, casi nadie percibió que la lucha aún comenzaba; en lugar de consolidar el proyecto, las prácticas excluyentes y autoritarias, el verticalismo, complicidades y simulación provenientes del centralismo enarbolado por Yeickold Polenvzki y Katia Meave, se profundizaron. Poco a poco empezaron el empoderamiento de una mini burocracia que fue mellando la representación del Consejo y la misma CEE, al grado que hoy en día, la mayoría de consejeros ya no se identifica como tales, porque no se cumple con las asambleas estatutarias, ni el programa de Acción, y se carece totalmente de estructura e institucionalidad»

Aunque el 2018 vino con retos muy importantes para el partido , la designación de Rogerio Castro como precandidato a gobernador del estado marcó una cierta aceptación entre los militantes y simpatizantes, pero la militancia nunca olvidará la «actitud sumisa» de Castro Vázquez al aceptar la imposición del entonces panista Joaquín Díaz Mena (a) Huacho a quien se le ha acusado de corrupto y soberbio y quien compitió por la gubernatura bajo la tutela de la coalición Juntos Haremos Historia encabezada por Morena; hubo, como consecuencia, resultados mediocres por tal postulación que hasta la candidata a la senaduría, Mariana Cruz Pool, obtuvo más votos.

Joaquín Díaz Mena (der) ex panista y ahora delegado de la Secretaría de Bienestar Yucatán apoyando en su momento a Ricardo Anaya Cortés , ex candidato a la presidencia de México ´por el PAN.

Se dijo, en su momento, que Díaz Mena constituyó lo peor que le pudo pasar al partido y que la (actual) dirigencia de Morena fue cómplice de esa entrada que violentó el espíritu noble, honrado y de lucha por la justicia social de los objetivos originales de Morena-Yucatán.  Fue Rogerio Castro, hoy secretario general del Infonavit, que sin dignidad no se opuso a la imposición de este ex candidato del PAN a la gubernatura en el 2012.

En relación con este tema Jesús Solís Alpuche precisa:

En la Delegación del gobierno federal, López Obrador nombró a Joaquín Díaz Mena, un PRIANista que no niega la cruz de su parroquia como agente de la burguesía estatal y de Patricio Patrón Laviada. Un delegado que no pinta ni da color a la 4ª.T, ya no solo ideológicamente, sino que en la delegación del trabajo que el presidente le ha conferido. Rodeado de su grupo de ex PRIANistas reproduce lo más crudo de las prácticas políticas del viejo régimen, sobre todo en materia de desconocimiento de los derechos del pueblo maya y los programas como “Sembrando Vida” en el campo del que nadie sabe nada

Pospuesta las elecciones internas del partido en el 2018 por pugnas a nivel nacional donde Yeidckol Polevnsky y Bertha Luján se habían declarado la guerra, la primera en seguir con su propósito de estar de manera perpetua como presidenta del partido para imponer a sus amigos priístas y sobre todo declararle la guerra a Andrés Manuel López Obrador y la otra abrirle el camino a sus amigos morenistas como a la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. En ese camino se subió al barco el coordinador de los morenistas en el Congreso federal Mario Delgado ligado con el grupo de Marcelo Ebrard, ex jefe de la Ciudad de México y hoy Secretario de Relaciones Exteriores en el gabinete de López Obrador, y Alejandro Rojas Díaz Durán quien quiere limpiarle el camino a su amigo Ricardo Monreal.

Morena Yucatán, ya sin el apoyo de López Obrador, tendrá que conseguir buenos resultados en el 2021, pero el tiempo ya lo tiene encima, y aún no resuelve sus pleitos internos para renovar su dirigencia y el vacío que quedó en el 2018 cuando la figura de AMLO arrasó con el Comité Ejecutivo Local . Son casi  casi 5 años de una dirigencia  que apuesta a no entender y asumir que el partido, como lo marca sus principios y valores morales, es del pueblo y de los militantes.

Sin embargo, no todo está perdido, pues, al decir por la militancia, hay personajes de gran valía como el líder de la UNORCA, Pablo Duarte Sánchez, el ex perredista Antonio Figueroa, el politólogo y militante  Jorge Sánchez «Tabas»  y el propio Mario Mex Albornoz , quienes de darse las renovaciones del Comité Ejecutivo en este 2020 competerían por la presidencia del partido. Asimismo, personajes como  el promotor de Cultura, Enrique «Kike» Polanco, el profesor Juan Baas, los jóvenes militantes y activistas, Rodrigo Alvarado Chi y Johrdy Chi Ic,   la ex diputada  local Jazmín Villanueva, la maestra Alpha Tavera y de manera externa, la ex candidata a la senaduría  Mariana Cruz Pool son cuadros  bien vistos por la militancia   y que seguramente capitalizarán los esfuerzos y demandas de los militantes y simpatizantes para que MORENA obtenga  resultados positivos en el 2021.

[1] Nota del Editor (N. del E.)

[2] N. del E.

(Continuará…)

CRÉDITOS:

Idea, investigación, redacción y entrevista: Gabriel Pech

Corrección, edición y datos complementarios: Armando Pacheco

Entrevistado: Jesús Solís Alpuche

Foto de portada: Cortesía/  Asamblea para la fundación de Morena como partido político en Yucatán en el 2014.

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