EN MORENA : LA VIBORA QUE SE MUERDE LA COLA

Por: Jesús Solís Alpuche

El Movimiento de Regeneración Nacional, morena, lo hicimos nacer con López Obrador, para responder a las necesidades que el Partido de la Revolución Democrática ya no atendía. Ser un Partido de Izquierda. Un partido que se desenvuelva con filosofía y con ética política, como bien establecen sus Principios.
Pero el poder, dice López Obrador, que a los ingenuos los embrutece y a los brutos los vuelve locos, o algo por el estilo. Hoy estamos viendo en Yucatán y todo el país, que el poder no sólo embrutece y enloquece, sino que también envilece.
La imposición de candidaturas es de la más vergonzosa calidad política. Los Delegados y un reducido grupo de representantes locales, menguados todos, de voluntad política, se han acoderado descaradamente a disposición del poder central, en manos de una facción, sirviente de las más viejas prácticas políticas de tiempos del callismo.
El desplazamiento de las corrientes ideológicas de izquierda, para designar arbitrariamente candidaturas a modo, es cínica, radical y descarada.
Pero no es el Partido que choca con el Movimiento; sino los grupúsculos impuestos desde el centro y el gobierno que atraen a los grupos PRIAnistas que son producto de la vieja estrategia del mismo López Obrador en su afán de desmantelar a estos partidos. Cosa que en su lugar será la inmediata degeneración de morena
El nombre de Gabriel García Hernández es prácticamente desconocido, pero es uno de los funcionarios más poderosos de la actual administración. Se desempeña como Coordinador General de Programas para el Desarrollo y reporta directamente al presidente de la República.
De él dependen los 32 superdelegados, los 260 delegados regionales y los 25 mil Servidores de la Nación, que al amparo de los programas sociales realizan tareas de proselitismo político a favor del presidente y de Morena.
Su tarea central, que está al margen de la ley, es hacer que los beneficiarios de los programas sociales piensen que reciben un “regalo” del presidente y su partido, y no un recurso en el marco de un programa institucional del Estado. Un Convenio internacional en cumplimiento de los Derechos Económicos, sociales y culturales.
La distribución de este recurso, que supuestamente genera una clientela cautiva de cerca de 40 millones de votos, permitirá que cualquier candidato ex-PRIANista, el más retrógrada, se haga bueno a los ojos del electorado como funcionario de morena.
Se supone que el propósito de la estructura coordinada por García Hernández es lograr que todos los beneficiarios, en agradecimiento al presidente, voten por quien se les diga. Esa es la tarea central de los Servidores de la Nación.
En la estrategia electoral del presidente, los programas sociales y la organización que responde a García Hernández son claves de cara a la elección del seis de junio. En su visión es eso lo que puede hacer ganar a Morena, y por eso sus incondicionales como Rogerio Castro, Lindia Quiroz, y Huacho Diaz son quienes dispusieron de más del 80 % de las candidaturas para imponer gente que de política sabe lo mismo que ellos: Más de lo mismo.
Una nueva mafia del polder se está constituyendo, pues García Hernández, segun su historial en las Redes, de 2000 a 2005 fue director de Adquisiciones de la Oficialía Mayor del gobierno del Distrito Federal, cuando el oficial mayor era Octavio Romero Oropeza, actual director de Pemex.
En 2005 Gabriel García renunció a su cargo, para unirse a la primera campaña presidencial de López Obrador. Fue apoderado legal de la asociación civil »Honestidad Valiente», encargada de recaudar fondos para las campañas electorales de 2006 y 2012.
En 2018 fue electo senador por lista nacional para las legislaturas LXIV y LXV, pero de inmediato se separó del cargo, para hacerse responsable del trabajo que le encomendó el presidente.
El coordinador de los programas sociales operados desde la presidencia de la República es licenciado en Economía por la UNAM y tiene una maestría en Finanzas Públicas por el INAP.}
Porfierio Muñoz Ledo lo ha mencionado como operador, que se hace pasar por ser el enlace estratégico del presidente. El periodista Ruben Aguilar dice que: Los integrantes del gobierno federal ubican muy bien el poder que tiene García Hernández. Todos lo ubican como hombre de confianza del presidente. Y saben que muchos de ellos no lo son.

Evidentemente, los hechos en la imposición de candidaturas PRIAnistas en todo el país nos está gritando, que con la anuencia o sin la anuencia de López Obrador, una nueva casta, o mafia del poder se está imponiendo para más de lo mismo. Y morena no nació para eso, sino para el Cambio Verdadero. chantzacan@hotmail.com

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