Por: *Guillermo Cauich Duran.
Con actos de corrupción no puede combatirse el hambre y la pobreza en Yucatan, ni con paliativos ni dádivas del Gobierno, los ejecutivos tanto el estatal y el federal se han encargado de sepultar cada día al campo mexicano y al campo yucateco, quienes fuimos golpeados por la tormenta y por la pandemia somos testigos de la falta de apoyo de estos gobiernos.
Lo único que anuncia el gobierno federal es el apoyo que reciben los campesinos , a través del programa «Sembrando Vida» y sin el afán de meter «grilla barata» es un programa que al menos en el estado de Yucatán no ha rendido frutos, ya que las condiciones de la regla de operación son muy diferentes a las características de los ejidos en el estado, aunado que a nula modificación para que esos ejidos puedan acceder a esos programas. Ahí están cientos de campesinos hortelanos, apicultores, henequeneros a quienes no los incluyeron en la lista de apoyos a pesar de haber preparado sus terrenos para la siembra.
Por parte del gobierno de Yucatán que encabeza Mauricio Vila Dosal, es un gobierno sin pies ni cabeza, que hasta la fecha NO tiene un programa propio de desarrollo rural sustentable e incluyente, y programas como el » peso a peso» poco ha servido en los últimos años y mas ahora que no hay dinero para adquirir insumos y materiales porque la tormenta y la pandemia nos ha llevado a la miseria. Que falta en Yucatán? se requiere de un Plan de desarrollo Agro-Pecuario que aterrice recursos y apoyos para fomentar la producción de alimentos y comercializarlos en el caribe mexicano para generar ingresos y bienestar, además de la vinculación del campo con nuestros jóvenes.
El discurso que ofrecen estos gobiernos son solo eso, palabras y más palabras porque la realidad que vivimos es otra, y si no me creen, dense la vuelta a las zonas afectadas por la tormenta, una pala y un rastrillo no solucionan este problema, y el «Sembrando Vida» hasta la fecha ni siquiera sabemos quien es el responsable regional o estatal y sus informes semestrales ni los anuales.