LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO Y LA 4ª. TRANSFORMACIÓN FRENTE A TRES MODERNIZACIONES ECONÓMICAS GLOBALES

Por: Jesús Solís Alpuche

 

La identidad nacional tiene profundos vínculos con la pertenencia a una u otra clase social. Desde la colonia, los invasores nos inculcaron una forma de historia que favorece el sometimiento popular de respeto si no es que la admiración a las clases dominantes, y su doctrina tanto económica como social. Los procesos colonialistas del desarrollo determinados, o cuando menos condicionados, por la globalización y modernización de la economía en sus diferentes etapas históricas, son bien disimulados si no que, ocultados premeditadamente, para que nuestros pueblos no entiendan el daño de los grandes centros de poder económico en constante expansión sobre nuestros territorios.

 

Para esto, no se dice que una de las causas que aceleraron el proceso de liberación nacional, mediante la guerra de Independencia, fue un conflicto entre monarquías de Francia y España, que es soslayado mediante la historia de que el cura Miguel Hidalgo y Costilla es el Padre de la Patria y casi único factor popular de las luchas por la Independencia de México, iniciada un 16 de septiembre de 1810, sin tomar en cuenta la crisis por la que atravesaba el sistema feudal en caída libre, y la fe del pueblo mexicano en el cambio posible.

 

En este artículo se analiza la viabilidad de fortalecer, en vísperas del 2020, la identidad y soberanía nacionales en el marco del mundo globalizado actual y de los fenómenos internacionales del siglo XXI, subrayando que en este siglo las naciones tienden a resistir y a luchar por el fortalecimiento de sus Estados Nación y su soberanía, enfrentando las políticas imperantes que imponen las potencias hegemónicas, neocoloniales, y sus organismos internacionales. Ciclo semejante al que vivieron las colonias en el Siglo XVIII y XIX.

 

La nación mexicana surgió durante el periodo colonial en nuestro territorio, largo proceso durante el que se conformó una población, con su economía, cultura, psicología social específicamente mexicana. México nació a partir de y junto con las naciones indígenas originarias. En términos étnicos, en 1810, cuando comienza la lucha por la independencia, había en México una cifra aproximada de 3 millones 700 mil indígenas, los indomestizos (predominantemente indígenas) 700 mil, los mestizos, alrededor de 900 mil, los criollos unos 200 mil, los negros y afromestizos, alrededor de 650 mil, los españoles apenas 60 mil (Aguirre Beltrán, 1989: 234)  Entonces, la identidad mexicana no surgió de la unión de dos raíces, como se nos inculca, fue algo mucho más complejo, nuestra raíz originaria es indígena, esta raíz ha recibido diversos “injertos” de los invasores y migrantes-esclavos, nuestra identidad actual surgió de la unión de indígenas, mestizos, mulatos, negros, asiáticos y blancos en contra de los invasores españoles y el colonialismo, de su dominio sobre nuestro territorio y la sujeción de su gente. La lucha de Hidalgo y Morelos conformaron los cimientos de esta identidad.

 

En su libro México: Dependencia y autoritarismo Pablo Moctezuma Barragán sostiene que la primera modernización global que afectó a México fue la modernización Borbónica que había defenestrado al Rey Fernando VII en 1808. Lucas Alemán sostiene que el objetivo inicial del movimiento encabezado por Hidalgo, no era la expulsión definitiva de los españoles y la formación de una nueva nación, sino tomar el control de la Nueva España hasta que los franceses dejaran de ocupar el territorio español y Fernando VII volviera al poder.

 

La obra: Nueva historia general de México, elaborada por investigadores del Colegio de México, narra como el francés Napoleón Bonaparte se hizo del trono de España, desplazó a Fernando VII del poder y en su lugar colocó a su hermano José I Bonaparte en 1808.

La ocupación francesa en España generó un sentimiento de rebeldía en la Nueva España, pues sus reformas afectaron a los criollos, cuyo interés inició el conflicto frente al virrey.

 

Previo a aquel 16 de septiembre de 1810, ambos grupos de interés, sostuvieron varios enfrentamientos, por lo que este grupo comenzó a luchar abiertamente para en un momento clave poder concretar su plan. Y si bien Hidalgo y Los Insurgentes no buscaban la expulsión total de los españoles, la lucha que comenzaron el 16 de septiembre sirvió como detonante a los reclamos del pueblo, conformado por una gran cantidad de indígenas y campesinos. Así, lo que comenzó como un movimiento político, se transformó en un movimiento social, el cual tres años después, con José María Morelos y Pavón al mando, y los Sentimientos de la Nación, dejarían de usar el nombre de Fernando VII como su razón de lucha. De esta experiencia se desprende que los procesos de transformación son irreversibles, aun desde esas primeras etapas del capitalismo en forma de monarquías.

 

La 2ª. modernización global fue la Porfirista, (1857-1910) cuyo impacto en el desarrollo poco registra la historia oficial, por causa de la degeneración política (1988-1910) en que terminó el régimen dictatorial, que hubo necesidad de acabar mediante una revolución armada y violenta, 100 años después de la guerra de independencia. La 3ª. Modernización global, o sea la realizada por Carlos Salinas de Gortari en 1992, en alianza neoliberal con el PRI y el PAN, trata de acabar con el Estado Nación surgido con los Sentimientos de la Nación el 14 de septiembre de 1813. Pero la Historia, se repite, y la población, esta vez, en forma pacífica, recupera el gobierno para recuperar el país.

 

A 209 años que originalmente, Hidalgo diera el grito en Dolores, Guanajuato, “¡Viva la religión!, ¡viva nuestra madre santísima de Guadalupe!, ¡viva Fernando VII!, ¡viva la América y muera el mal gobierno!” A lo que el pueblo respondió: “¡Viva la Virgen de Guadalupe y mueran los gachupines!” Anónimo (1810) recopilado por Ernesto Lemoine Villicaña y Servando Teresa de Mier (1813). Hoy es importante y posible hacer realidad, lo que todos los años esta fecha se dice y los presidentes le han agregado su sello personal. Por ejemplo, Lázaro Cárdenas gritó; “viva la revolución social”, Adolfo López Mateos: “viva la Revolución Mexicana”; Luis Echeverría incluyó a los héroes; Viva Hidalgo el padre de la Patria, viva Morelos El Siervo de la Nación, Guerrero, el Consumador de la Independencia. Juárez, Benemérito de las Américas, además de la frase “Vivan los países del tercer mundo». Hoy escucharemos el Grito de la 4ª. Transformación. chantzacan@hotmail.com

 

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