IRMA Y EL SUEÑO AMERICANO

Por: Jesús Solís Alpuche

Mary Morles, (@Cubanamera) via El Barzón, me sugiere que IRMA es el nombre de una mujer furiosa, que en su andar arrollador nos da una lección de política práctica y, diría yo, de dos formas de relaciones humanas frente al peligro y el miedo a la muerte.

Anuncia que va para Cuba y que de ahí viajará, como cualquier balsero, rumbo a Miami, Florida, a buscar el Sueño Americano.

Ho, ¡sorpresa! El sueño americano consiste en un grito que dice “Viene Irma, sálvese el que pueda”, La gente corre a los supermercados a pelearse por comida, agua linternas, condones y chicles, hasta desabastecerlo totalmente. La gente en su auto, procede a la evacuación congestionando y bloqueando las vías, casi siempre en orden. Todos se remiten  al registro de su memoria tratando de recordar si están al día en el pago de su seguro de vida.

La población de Florida huye de Irma, furiosa tormenta con nombre de mujer y en su huida la gasolina se agota y las vías se colapsan con la cantidad de vehículos en gracioso escape de la gran ciudad. Nadie razona que su angustioso éxodo, se mueven con toneladas de combustible fósil, que garantiza el nacimiento y venida de otras Irmas. Otros huracanes, temblores y tsunamis, más grandes y violentos. Darvinismo social, sobrevive el que tiene, el más fuerte, y perecen los pobres, los pequeños y débiles.

En Cuba Irma tuvo otra experiencia.  Pequeña isla bloqueada desde hace 56 años, cuyo sistema y molde de vida es solidario y de responsabilidad social. De inmediato se formaron las brigadas de protección y trabajo, que son la forma organizada de defender al otro. Al vecino, al hermano, al desconocido, a los más pequeños. De defensa de todos. Unos ponen la comida y las medicinas de todos al resguardo, Otros se ocupan de hacerle mantenimiento al alcantarillado para mitigar las inundaciones. Se podan los árboles para que las ramas no se conviertan en proyectiles asesinos. Se ocupan de llevar a le gente a refugios e instalaciones seguras. Ante el peligro lo colectivo, lo plural es la respuesta. La ira de Irma encuentra un pueblo unido y reunido por deber y por amor. Antes de morir Irma supo que su ira fue inútil en Cuba, donde encontró muros de corazones juntos, que no pudo asustar, ni lastimar. chantzacan@hotmail.com

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