PARA EL REORDENAMIENTO ECONÓMICO GLOBAL AISLA MIENTO Y DISTANCIAMIENTO SOCIAL COMO ESTRATEGIA DE CONTROL MASIVO.

Por: Jesús Solís Alpuche

Hay una campaña global de control masivo mediante la siembra del miedo y la crispación por el contagio de una enfermedad nueva gripe mortal cuyas siglas son el COVID-19.

A raíz de la declaración de pandemia por el llamado coronavirus, distintos países han tomado medidas severas para evitar el contagio masivo de este virus. Una de las acciones primarias ha sido aplicar el aislamiento o distanciamiento social, hasta el cierre de las fronteras entre países amigos.

La consigna oficial en éstos países relativamente afectados, según la pertinaz información, es que las personas no deben abrazarse, saludarse de mano o estar a un metro de distancia. Incluso los objetos que comparten deben ser esterilizados. Ciudades enteras han cerrado negocios, parques, centros de convivencia y más lugares con el objetivo de que la sociedad se aísle. Pero ¿sabemos por qué hacemos esto y en qué nos beneficia?

Es muy difícil explicarse una negativa al aislamiento, e incluso a la reclusión, si se sugiere, o incluso se impone, por una supuesto seguridad y bien de la salud de uno mismo, lo mismo es difícil saber la causa del pánico exceso, e inconsciente, en la copra de papel higiénico, si no relacionamos el impacto del miedo, sobre el tubo digestivo, los intestinos y la defecación efecto de esa causa.

Como soy un escéptico de la realidad planificada por el sistema neoliberal que hasta ahora el gobierno de la 4ª.T no quiere enfrentar, he seguido mi rutina de trabajo diario de “reunionitis” y trabajo por el Cambio Verdadero. Uso los pies y el servicio público de transporte, donde por observación y oído tomo las mejores lecciones de mi aprendizaje. En Hunucmá sube un admirable prototipo de mujer maya de hipil en que se visibiliza su vientre liberado. Conocida del operador del vehículo le pregunta, ¿-Vas a trabajar hoy…?

-Ni modos. Si no trabajo no como, ni comen mis hijos… Y lo mismo le dije a la patrona cuando ayer me preguntó los mismo: Si no trabajo no me pagas; y ya encarrerada en este contexto, pude percibir su extraordinaria imaginación libre del prejuicioso impacto de la campaña coronavirulenta Por ejemplo, cuando ese día la dueña de la casa (supuse que trabaja entre lugar como galopina) le cuestionó que quiera trabajar cuando el gobierno dice que todos deben estar en su casa y ella le respondió que a los que manda el gobierno les paga para que no trabajen en esa cuarentena, pero ella “no es que quiera, pero si me pagas sin trabajar, pues ahorita mismo me voy a mi casa”
Otra reflexión que hice fue cuando comentó que al llegar a la casa donde trabaja para una familia ricachona, la patrona le dijo que no entre con sus chanclas, que las tenía que dejar en la puerta, porque traían ese virus, y adentro de la casa use otras. A lo que dice que respondió: “Hay mamita, a ustedes no los va a matar el virus ese de la corona que dicen, sino los nervios… Cómprame otras chanclas para que use “dentro” y cuando salga uso las mías con virus, ¿Ajá?

Pero Diocito es grande, -siguió- ese día salieron para Sisal y no los dejó pasar la “policía” Quisieron ir a Progreso y también los sacó la policía. Llegaron de verdad enfermos de disgusto, fue cunado les dije que los nervios los va a matar y no el virus de la corona…
Estas medidas son una limitación de las actividades cotidianas con el objetivo de no aumentar la propagación de la enfermedad, y se lleva a cabo a través de mantener fuera de alcance los entornos de la vida diaria como escuelas, centros comerciales, transprte trabajos domésticos, entre los cuales hay que los han condicionado a quedarse como pupilos de la cuarentena en el trabajo, o renunciar. Así el reordenmiento global alcanzará radicalmente a sectores del autoempleo y el ambulantaje que se verán seriamente afectados.

Es el caso de unas 800 familias de los artesanos y vendedores que laboran en el interior de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá, que cerró el día de hoy indefinidamente, a diferencia de Uxmal, Ek-Balam, Cobá, Dzibilchaltun, e incluso Teotihuacan, según el Comunicado del INAH de fecha 16 de marzo seguirán abiertas al público.

El Lic. Villevaldo Pech Moo, opinó respecto al plazo indefinido de reapertura de la Zona de Chiche Itzá, “tiene como trasfondo sacar a los artesanos y vendedores del lugar donde hace años se han buscado una vida digna ofertando directo su trabajo al turismo nacional e internacional, pues a partir de hoy, CULTUR cerró las puertas de la Zona Arqueológica, al turismo hasta nuevo aviso”. Una probable maniobra para reubicarlos, o hacerlos trabajar para quienes controlan el turismo y pretenden controlar la producción de artesanías mayas en el país.

Pero, más allá de eliminar la visita a los lugares públicos, lo más importante es crear distancia entre los seres humanos. Las personas deben distanciarse y evitar el contacto directo, lo cual podría afectar el estado de ánimo. O lo que es peor, que las fuerzas dominantes usen la estrategia del COVID-19 para impedir el despertar de los movimientos masivos en contra de un sistema injusto de control y manipulación de la economía global.

Noam Chomsky dice que el recurso del miedo, empleado por los sistemas de poder para disciplinar a sus poblaciones ha dejado un horrible rastro de sangre derramada y dolor, a nuestra costa. La historia reciente ofrece muchos ejemplos estremecedores. El miedo juega un papel muy importante en el mundo de hoy y, en gran parte, ello se debe al “impacto de 30 años de políticas neoliberales” que ha llevado al “empobrecimiento de la gran mayoría de la población, mientras que el poder de la riqueza se ha concentrado de forma impresionante en un pequeño grupo y la democracia ha decaído”.

Sin embargo, debemos reconocer que hay una polarización entre la ética política e informativa, lo moral y la inmoralidad del manejo político-mediático que ya es evidente. chantzacan@hotmail.com

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