Por: Jesús Solís Alpuche.
La Comisión Coordinadora del Proyecto de formación de la Unión Nacional de Productores de alimentos, convoca a representantes de organizaciones campesinas y de productores de alimentos a participar en el “Primer Encuentro de Productores de Alimentos, Hacia Una Ley de Producción Agropecuaria”.
Con ese propósito de este proyecto unitario, previamente el mes de marzo se realizaron cuatro reuniones regionales informativas en todo el país: la 1ª. En Guadalajara, Jalisco; la 2ª. En Chelem, Yucatán; la 3ª. Acapulco, Guerrero; y la 4ª. En Los Mochis, Sinaloa, encabezadas por los diputados de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuellar, que preside la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y Eraclio Rodríguez Gómez, presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados, con la propuesta de poner adelante al Sector agropecuario y pesquero en la estrategia básica para nuestra soberanía alimentaria.
En Chelem, Yucatán, el 10 de marzo, varias organizaciones del sector social peninsular, inclusive productores de Campeche y Quintana Roo, realizamos una 1ª. Reunión informativa peninsular, rumbo a la conformación de esta Unión Nacional, en la que participó el diputado Eraclio Rodríguez Gómez, presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados, con la propuesta de poner adelante al Sector agropecuario y pesquero en la estrategia básica para nuestra alimentación.
La producción de alimentos es uno de los grandes pendientes para un país que ha optado por un cambio de régimen, y considero que es la propuesta estelar de la 4ª.T pues, nuestro país aun contando con su gran riqueza territorial y de litorales, con los conocimientos tecnológicos suficientes y sin carencias en cuanto a mano de obra especializada, inversiones e infraestructura tecnológica, sigue sufriendo graves problemas socioeconómicos, como la dependencia y falta de sanidad alimentaria a diferentes niveles, pero sobre todo el irregular sistema de comercialización y distribución, de nuestra producción que permita seguridad social y económica a los productores de tierra y mar, y sus familias.
El campo mexicano, por su parte, en las últimas tres décadas fue objeto de abandono por parte del Estado. Los gobiernos neoliberales no sólo deterioraron la rentabilidad de las actividades productivas, sino que pusieron en grave riesgo nuestra soberanía y seguridad alimentaria, optando por la dependencia de las importaciones, sobre todo de granos de parte de Estados Unidos.
De ahí la necesidad, que todos los productores del medio rural, del campo y el mar, unidos nos involucremos en un nuevo proceso de integración, con nuevas estrategias, para recuperar nuestra vida productiva suficiente.
Que pueda dar respuesta a las inquietudes fundamentales de poder establecer una línea de conducción que pueda garantizar la producción con certeza jurídica para el desarrollo social y sustentable de los núcleos, fundado en un concepto que ha cobrado vida en nuestro país, y que es pasar de la visión de la tierra a la concepción del territorio, como una unidad integradora de la totalidad de bienes, que no solo es el suelo, sino también el agua superficial, los bosques y el mar patrimonial, la selva, la biodiversidad, los elementos paisajísticos y de contemplación, los monumentos históricos, el conocimiento tradicional y los lugares sagrados de los pueblos.
Al mismo tiempo tenemos una condición de extraordinaria importancia para los campesinos y las campesinas del mundo, que es la aprobación por la Asamblea de Naciones Unidas de la Carta de Derechos de los pueblos indígenas, las Campesinas y los Campesinos, que se constituirán en un referente importante que deberá tener su expresión en la legislación de las normas de nuestra propuesta a la Ley Agropecuaria.
Urge una legislación que sea herramienta jurídica a la altura de los requerimientos que nuestro gobierno se plantea para el Siglo XXI, en donde partamos de una cuestión ineludible y fundamental. La propiedad social en México no pudieron destruirla 35 años de neoliberalismo, está más fuerte y más viva que nunca, pero tenemos que ofrecerle un horizonte de futuro certero, acorde con la nueva realidad del cambio por el que votaron 32 millones de mexicanos. La propiedad social y concepción de la propiedad ejidal a la visión y de propiedad territorial de los pueblos, como única forma de remontar sus propios conflictos inherentes.
La propiedad social y comunal no es una reminiscencia del pasado, sino la base para un futuro luminoso, para un sendero amplio de desarrollo de los núcleos agrarios, que son fuente de vida histórica y hoy pueden ser el sustento alimentario del país.
Dicha reunión se llevará a cabo el próximo 26 de abril de 11 a 14 horas, en el Salón “Heberto Castillo”, Edificio B, Piso 3 de la H. Cámara de Diputados. De acuerdo con el siguiente Programa: 1. Inauguración del evento 2. Conferencia “Los retos para el Sector Rural y la Producción de Alimentos en México” Ing. Miguel García Winder, Subsecretario de Agricultura SADER, (Hasta por 30 minutos). 3. Mesas de Trabajo (hasta 90 minutos) Propuesta de Ley Agropecuaria (CEDRSSA) Estructura Organizativa de la Unión de Productores de Alimentos 4. Plenaria y Cierre del evento. chantzacan@hotmail.com