Por: Gianni Castro Casanova
En pleno centro de la ciudad y disfrazado de “Hostal” opera un centro de encuentros homosexuales donde se cometen faltas administrativas e incluso delitos a vista y paciencia de la Policía Municipal de Mérida cuyos elementos solapan dichos actos reñidos con la moral y las buenas costumbres.
El centro de vicios está ubicado en la calle 66 entre calle 65 y calle 67, junto a una reconocida tienda de material para plomería en general, y lleva por nombre “Casa 66”, frente a una florería que ofrece coronas para la funeraria que está a unos metros del lugar.
Se pudo averiguar que el costo de entrada es de 35 pesos por persona, de domingo a jueves, en tanto que los viernes y sábados, los homosexuales que acuden al sitio desembolsan 50 pesos para poder pasar.
Perversiones
En la “Casa 66” se acostumbra recorrer el lugar, el cual consta de un comedor, una sala de estar con tres sofás, un patio que tiene adaptado un sofá a manera de cama, luego está el baño que cuenta, además de dos inodoros, con tres regaderas y un área para cambiarse, secarse o sostener relaciones sexuales.
Hay un cuarto con cinco literas dobles el cual siempre está a oscuras. Ahí también se fornica, como también ocurre en el patio y la sala de estar.
Se cuenta con un segundo piso que tiene tres cuartos: Uno está bloqueado porque ese es únicamente para personas que desean privacidad, su costo es de 150 pesos.
En los otros dos hay también varias literas que son utilizadas para sodomizar o ser sodomizados.
Varios sujetos afirman que en ocasiones un individuo es sodomizado por 10 ó 12 pervertidos en una sola noche y que estos, a su vez, fornican con cuanto gay pasivo se cruza en su camino.
Incluso, una fuente a la que llamaremos “Said”, se cometen violaciones grupales, en especial cuando alguien se niega a ser penetrado por un individuo que no es de su agrado; Es decir, se le toma por la fuerza por varios individuos.
“En una ocasión un viejito quería estar (por sodomizar) a un chavito y como éste se negó, habló con otros dos fulanos y lo obligaron a recibir al don”, afirma “Said”.
Y es que, según pudimos investigar, carropatrullas de la Policía Municipal de Mérida (PMM) acuden al sitio, sonde un elemento se baja y al salir lleva refrescos para los demás patrulleros y se sube junto al conductor. Ello lo pudimos constatar la noche del pasado sábado cuando elemento de la unidad marcada con el número económico 348 efectuó la operación antes descrita.
Así las cosas, a vista y paciencia de la autoridad municipal de Mérida se cometen actos ilícitos, reñidos con la Ley, la moral y las buenas costumbres a pesar de que el Congreso del Estado se encuentra en desacato por vetar la Ley de Matrimonios Igualitarios en Yucatán.
