Frente a la pandemia neoliberal NO todos somos esenciales

Todos Somos ESENCIALES, pero  la “PANDEMIA” NEOLIBERAL SÓLO  BENEFICIA A LAS ÉLITES MULTINACIONALES

Por: Jesús Solís Alpuche
La actual campaña de aspiraciones electorales, casi nos hace olvidar la amenaza de los contagios del Covid-19. Y, aunque el instinto de conservación de la clase política no se rinde, la otra campaña, de terrorismo mediático, insiste en la amenaza de la mortal
enfermedad que tiene a nuestro país, según los neoliberales, en uno de los primeros lugares de muerte en el mundo, que no se cansan de publicar.
Sin embargo, hay la evidencia de discriminación y distinción, según la otra campaña que promueve el peligro de la enfermedad. Casi todos se ven afectados por el desastre de la “pandemia”, excepto las compañías transnacionales que monopolizan los productos y servicios  esenciales del mundo, como los alimentos, medicinas, distribuidoras, el transporte y las tele-comunicaciones, los energéticos, bancos, etc. Incluso se dice que los billetes de banco, monedas y los periódicos, no son vías de contagio.
A todos ellos se les permite seguir operando en los tres sectores de la economía (extracción, transformación comunicación y servicios), reportando grandes ganancias durante la afamada pandemia; incluso a los grandes negocios de lo superfluo, como Liverpool… ¿por qué son esenciales?  ¿O en ellos el virus no entra? ¿les es inofensivo? Pero cualquier otra actividad es obligada al encierro,a inanición y la muerte.
En consecuencia, bajo el principio del “después de mí, el diluvio”, los que pueden acuden a la especulación bursátil e invierten en dinero fácil que empodera más a los monopolios para seguir desplazando a los pequeños negocios. Así, este sistema de  desigualdades se afianza, lo mismo que con las candidaturas PRIANistas en morena.
Al sistema económico no les importan las personas; para ellos lo esencial es el dinero, discriminando a unos en beneficio de otros. No les son esenciales los pobres, los empleados, los que viven al día en la calle, los comerciantes informales que luchan por sobrevivir, los estudiantes, los ancianos…  Todos ellos son de segunda clase o de tercera, no importan, pueden morir. ¡Y todos obedecen,  nadie dice nada! Porque las personas ya no son importantes para nadie y, por ello, todo lo demás tampoco importa ya, salvo el propio pellejo del sistema económico.
En el sistema del capital no interesa la sociedad, sino el poder, como se ha visto con la tan cacareada pandemia. Las el sistema propagandístico de la Nueva Normalidad no valoran que detrás de cualquier actividad económica hay una persona, un trabajador que depende de ese trabajo, una familia, y sus actividades son esenciales para esas personas. Pero al gobierno las personas no les importan y mucho menos sus actividades. Cuando nos dicen «tu trabajo no es esencial”, están diciendo “tú no eres esencial”, no importas. Mientras la vida de la  gente dependa de su trabajo, cada trabajo es esencial, porque todos somos esenciales.
Esperemos que la mentira, promocional de la pandemia, no sea la última palabra, que ni el presidente López Obrador se la cree, que pronto, en esta “pandemia” neoliberal; que caiga y aflore la ver-dad; que la gente rompa con la hipnosis mediática y despierte; que se sacuda el miedo, desobedezca y organicemos un mundo más humano, donde las personas importen y todos seamos esenciales. Y, oiga usted, donde la enfermedad y la muerte tengan su verdadero sentido.
Habrá que echar a todos esos funcionarios al servicio del neoliberalismo, dentro y fuera del proyecto de la 4aT, y el primer paso es muy fácil: Si los partidos imponen desde sus cúpulas a los candidatos, CONTRA LOS INTERESES DE LOS PUEBLOS, lo mejor es NO VOTAR. Y HACER POLÍTICA DIRECTA, PARA REGENERAR VERDADERAMENTE AL PAÍS.
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