Precampañas o el método engañoso de los políticos yucatecos faroleros

Por:  Kinich Moo-Kuxeb y de Chac

Ahora resulta que los ciudadanos tenemos que estar viendo espectaculares de candidatos de unidad de los partidos políticos tradicionales, que buscan seguir en el poder con sus mismas barajas; tenemos que escuchar spots dizque dirigidos a los miembros de sus institutos políticos y verlos en las redes sociales cacarear de sus antiguos «logros».

Por si lo anterior fuera poco, también hay quienes creen que el «glamour» político es hereditario y ahora los juniors pretenden ocupar el lugar que algún día el pueblo, con mucha inocencia (ignorancia y sumisión), les diera para representarlo.

En términos populares, un farol es un sujeto de poco fuste, que se da importancia y gusta de figurar, o sea, algo así como los políticos yucatecos que presumen con sombrero ajeno, que hacen campaña con el erario público y que «regalan» despensas y suvenires con dinero del pueblo. ¡Vaya osadía!

Estos «servidores del pueblo», háblese de mujeres u hombres, se van acomodando cada tres años para continuar con su carrera política y seguir chupando, como sanguijuelas, la sangre de los nacidos en México, e incluso de algunos extranjeros radicados con derecho al voto.

Lo lamentable es que el flamante Instituto Nacional Electoral (INE) creó las precampañas que consisten, básicamente, en que los partidos políticos pueden proponer varios precandidatos a algún cargo popular y que sus militantes postularán al «mejor» para el proceso electoral. En ese lapso de tiempo se pueden utilizar «espacios publicitarios» tanto en la prensa escrita como en la radio, televisión y hoy hasta en las redes sociales; eso sí, con la leyenda de que su bombardeo mediático es sólo para los militantes del partido. Ajá… dirán algunos de nuestros lectores.

El cinismo es a tal grado que ya desde el principio de las precampañas empieza a olerse la simulación, sobre todo de los partidos tradicionales y, en menos de que un cochinito esté listo para sacrificar y hacer la taquiza, ya hay candidato de unidad. ¡Vaya cinismo!

Y mientras esos políticos yucatecos faroleros bajan de peso, se dejan las barbas, piden licencias a cargos aún sin finalizar y dan entrevistas (pagadas) a los medios (también faroleros), el pueblo, ese que sale a las calles de lunes a domingo a talachar en busca del sustento diario, seguirá oyendo y viendo sus promesas y explicaciones no pedidas sobre antiguas gestiones.

¡Ni modo, así lo ha ordenado el flamante INE que vela por la democracia electoral de México!

***Las declaraciones y opiniones expresadas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el punto de reporterotatich.com ***

scroll to top